Carta a mi YO

La semana pasada me escapé tres días para ver el mar. Y no sé si me dejé contagiar del misticismo que te envuelve el mirar las olas... pero el caso es que estuve pensando en lo rápido que pasa la vida, y lo rápido que la vivimos a veces. Sin darnos casi cuenta nos subimos al tren de la rutina y vamos acelerando para llegar a todo lo que se supone "urgente" o "importante".
 
Y yo me pregunto, ¿Qué es lo urgente o importante? o ¿Qué lo hace importante? Es cierto que hay que lidiar con lo cotidiano, madrugar, trabajar, (todavía no vivo del aire) casa, niños (quien los tenga), hipotecas, compras, problemas, situaciones hay mil. Pero en esa cotidianidad existe el peligro de olvidar quizá lo más importante de todo: Yo.  ¿Cómo transito yo todo esto? ¿Cómo me cuido? ¿Desde qué lugar interno y actitud vivo todo lo que me toca vivir?

Hoy me escribo una carta a mí, para que me acompañe como un mapa o una luz en este camino de lo cotidiano, en el que más de una vez nos toca desde nuestras limitaciones,  bailar con dragones.
 
 
Espero que a ti también te toque el alma.

Un abrazo.